París SG es campeón de Francia en la temporada de todas las crisis

El París Saint-Germain bate el récord de títulos en la Ligue 1 tras conquistar su undécimo campeonato

Publicado: 27/05/2023 17:42
[Foto: Twitter] / Jugadores del PSG celebran el título

¡Qué paradoja! El año en el que el París Saint-Germain bate el récord de títulos en la Ligue 1 tras conquistar su undécimo campeonato es también la temporada en la que la entidad parisina ha vivido más crisis internas, que debe dar paso a la revolución anti ‘bling-bling’ prometida.

El PSG logra revoluciones, pero no las que querría. La ciudad que guillotinó a Luis XVI cometió la afrenta de pitar al rey Messi, pero no ha conseguido acabar con su imagen de club de divas y sigue sin ganar la anhelada Liga de Campeones, después de volver a caer en octavos tras perder contra el Bayern Múnich (1-0/2-0).

Otra revolución: el club de los cataríes se ha convertido en solo once años en una marca deportiva de talla mundial, siempre en cabeza en cuestiones de marketing, pero no en una entidad que gane más allá de sus fronteras, reinando en una Ligue 1 que no es suficientemente competitiva.

Los festejos del undécimo título se auguran discretos, pese a que el PSG ha logrado un éxito asombroso: fundado en 1970, el club de la capital francesa solo ha tardado 53 años en superar al AS Saint-Étienne (creado en 1919) y sus 10 títulos, de 1953 a 1981.

Pero el PSG propiedad de QSI (Qatar Sports Investments) debe ser juzgado por su palmarés europeo y su campaña 2022-2023 en las competiciones europeas ha sido un nuevo fiasco. “Este es nuestro máximo”, lamentó Kylian Mbappé tras la eliminación de Múnich.

El joven campeón del mundo en 2018 es una de las pocas cosas salvables de una temporada globalmente insuficiente, pese al título nacional y a que Mbappé también fue protagonista en las crisis que azotaron a la entidad.

Fichajes fracasados

En agosto tuvo el ‘penaltygate’ con Neymar, para saber quien lanzaba dese los 11 metros; en octubre, justo antes de un partido de Champions contra el Benfica, se volvieron a disparar los rumores sobre su deseo de abandonar el club; y en abril publicó un tuit para criticar el uso de su imagen en una campaña de abonos del PSG.

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Mbappé está llamado a ser el líder de este equipo, una vez que la marcha de Lionel Messi a Arabia Saudita parece un hecho. Neymar podría marcharse también, pero el jefe del vestuario será bien ‘Kyky’, que debe ser el abanderado de la enésima revolución parisina.

La precedente, cuando el presidente Nasser Al-Khelaifi anunció en las páginas de L’Équipe que “se ha acabado el ‘bling-bling’”, fracasó, ya que el título nacional no viene a saciar el apetito de un club que quiere ser grande en Europa.

La política de fichajes llevada a cabo por el consejero Luis Campos también fue un fracaso. Hugo Ekitike, Fabián Ruiz, Carlos Soler y en menor medida Vitinha no han dado el salto de calidad que requería el equipo. Y el papel del exconsejero del Mónaco, donde conoció a Mbappé, y que sigue colaborando en el Celta, sorprende en un club con la grandeza del PSG.

Si sigue, deberá gestionar el caso de los numerosos jugadores que están cedidos en otros equipos y que podrían contaminar el verano del PSG (Kurzawa, Wijnaldum, Paredes, Draxler...).

La revolución Christophe Galtier tampoco ha funcionado. Después de un inicio atronador, el técnico se ha derrumbado y ha perdido la mano sobre el equipo.

Es cierto que los numerosos internacionales parisinos pagaron un alto precio por su participación en el Mundial de Catar (en noviembre y diciembre, en plena temporada europea) y el año 2023 ha sido catastrófico, con nueve derrotas en todas las competiciones, cuando el PSG acabó el segundo semestre de 2022 invicto.

Galtier acaba exhausto

Galtier no ha logrado hacer brillar a su equipo y nunca fue capaz de solucionar el desequilibrio creado por la ‘MNM’ (Messi-Neymar-Mbappé). Incluso pareció desorientando en la comunicación.

Brillante y abierto, provocó la polémica con la historia del carro de vela, uno de los numerosos episodios de crisis de la temporada, y también quedó mal cuando hizo responsable al joven El Chadaille Bitshiabu (17 años) de un gol encajado ante el Bayern, que era imputable al italiano Marco Verratti, uno de los pesos pesados del vestuario.

Las sospechas de racismo que llegaron de su antiguo club, el Niza, contra las que se rebeló, también le dejaron marcado.

Galtier acaba la temporada exhausto, tal como pasó con otros técnicos que pasaron por el banquillo del PSG antes que él, después de ser en muchos momentos de la temporada en el único portavoz del club, ya que ni Nasser ni Campos apenas se han expresado y los jugadores, que se relevan para hablar después de los partidos, se limitan a tópicos futbolísticos, salvo cuando Mbappé aparece en una zona mixta.

Hasta la cuestión del estadio ha provocado una crisis, en este caso con el Ayuntamiento de París, que no desea vender al club el Parque de los Príncipes.

Esta temporada infernal se acaba con el episodio de algunos hinchas radicales yendo a cantar “¡Neymar lárgate!” a las puertas del domicilio del brasileño.

Una de las pocas notas positivas, además del título, es Warren Zaïre-Emery, centrocampista de 17 años con gran autoridad, aunque demasiado joven para liderar la próxima revolución.

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