Donald Sterling mantendrá la demanda de un millón de dólares contra la NBA
El dueño de Los Ángeles Clippers, Donald Sterling, mostró una vez más su mejor versión de hombre de cambios radicales de pensar y sorprendió con la decisión de dar marcha atrás en la aceptación de la venta del equipo, además de mantener una demanda federal contra la NBA.
El abogado de Donald Sterling, Max Blecher, fue el encargado de confirmar que su cliente le ha dado instrucciones para seguir adelante con los planes iniciales de presentar una demanda por 1.000 millones de dólares contra la NBA y el comisionado Adam Silver. Pero además también decidió retirar su apoyo a la venta del equipo la cual negoció su esposa Shelly Donald la semana pasada y que dejó el acuerdo con Steve Ballmer, expresidente de Microsoft, de conseguirlo por 2.000 millones de dólares.
"El acuerdo está apagado," escribió Max Blecher en un correo electrónico, que envió a la cadena de televisión ESPN. Se piensa que Donald Sterling tras conocer que la NBA no aceptaba las condiciones de retirarle la suspensión a perpetuidad y la multa de 2,5 millones que le impuso el comisionado Adam Silver, por haber hecho comentarios racistas contra los negros, volvió a su postura inicial de mantener la demanda. Donald Sterling, de 80 años, en su argumentación en la carta que aportó para llevar adelante el proceso de venta del equipo destaca que había decidido defender sus derechos, aunque tal acción no sea popular.
"Creo que mis derechos a la privacidad y la preservación al debido proceso no se deben pisar", subraya Donald Sterling en la carta. "Además muchas cosas que se han dicho de mi a través de los medios de comunicación no son ciertas".
Donald Sterling también deja muy claro que nunca ha querido vender el equipo bajo ningún concepto y por el contrario ha trabajado durante 33 años para construirlo. "Para ser claro, estoy muy apenado por las expresiones que ofendieron, pero que hice en privado. Además surgieron en medio de la ira y los celos de todo un contexto de una conversación privada.
Si bien esto no es una excusa por lo dicho, como cualquier otro estadounidense, nunca me imaginé que mi conversación privada se hiciera pública", argumenta Donald Sterling. El dueño de los Clippers no tiene reparo en destacar que el comisionado Silver se ha "equivocado" en la manera como ha llevado el asunto. "Creo que Adam Silver actuó precipitadamente al ordenar ilegalmente la venta forzosa de los Clippers, mi suspensión a perpetuidad y la imposición de la multa.
Su conducta al hacerlo, sin llevar a cabo ninguna investigación real muestra que estaba equivocado", explica Donald Sterling. "Sus medidas constituyen una violación de mis derechos y las libertades que se les concede a todos los estadounidenses". La demanda alega que la liga violó los derechos constitucionales de Sterling por confiar en la información de una grabación "ilegal" que mostraba comentarios racistas que hizo a una novia.
Además, que la liga también ha cometido un incumplimiento del contrato por multar a Sterling y que violaba las leyes antimonopolio al tratar de forzar una venta. Por su parte la NBA, a través de su portavoz oficial Mike Bass, reiteró que por parte de la organización nunca se ha establecido ningún tipo de discusión sobre la posibilidad de retirar el castigo que le fue impuesto a Donald Sterling.
Mientras Shelly Sterling, Ballmer y Silver, mantienen la confianza que el proceso de venta se mantendrá a pesar de la posición de lucha legal que quiere mantener Donald Sterling. Los que conocen a Donald Sterling consideran que va a llevar el proceso hasta sus últimas consecuencias y eso es algo que no va a beneficiar en absoluto a la NBA y mucho menos al resto de los dueños.
Aunque su esposa Shelly Sterling parece ser la única administradora del fideicomiso de la familia debido a varios expertos han encontrado mentalmente incapacitado a Donald Sterling, por posibles síntomas de la enfermedad del Alzheimer, la realidad legal podría ser muy diferente. Lo que nadie cuestiona ya dentro del mundo de la NBA es que el asunto de la venta de los Clippers no ha hecho más que comenzar lo que puede ser una larga y difícil batalla legal.