¿Cómo funciona la tecnología semiautomática que está anulando goles en el Mundial?

Este sistema sirve para detectar el fuera de juego que el ojo de un humano sería casi imposible de percibir. Anuló dos goles Argentina y uno de Ecuador

Publicado: 22/11/2022 12:42
La “tecnología semiautomática del fuera de juego” (SAOT)

Cuatro años después de la llegada del VAR al Mundial de Rusia-2018, los hinchas descubrieron en Qatar 2022 una nueva innovación, el fuera de juego semiautomático.

Su estreno no ha estado exento de polémicas, en el partido inaugural se anuló un gol a Ecuador usando este sistema y en el debut de Argentina se invalidaron dos tantos.

La llegada de esta nueva herramienta tecnológica se anuncia más discreta que la del videoarbitraje (VAR), que en los últimos años ha hecho familiar el gesto simulando un rectángulo que hacen los árbitros para revisar las jugadas. Los cortes de ritmo de los partidos y las controversias han acompañado estos años su implantación.

Pese a las voces críticas, la FIFA continúa con la misma lógica que emprendió ya en el Mundial de Brasil-2014, con la verificación tecnológica de que el balón ha cruzado por completo la línea de gol.

Fruto de “tres años de investigaciones y test” y probada en la Copa Árabe a finales de 2021 y luego durante el Mundial de Clubes, la “tecnología semiautomática del fuera de juego” (SAOT) fue validada por la instancia mundial a principios de julio.

La idea, adaptada por la UEFA para la Liga de Campeones, consiste en llegar más lejos que los límites del ojo humano, demasiado impreciso para establecer en todo momento la posición de los jugadores y del balón. Con ello se pretende afinar al máximo la línea que determina si ha habido o no fuera de juego.

¿Cómo funciona?

Este sistema utiliza doce cámaras situadas en el techo de los estadios y controla “hasta 29 puntos de datos” por jugador, “50 veces por segundo”, entre ellos “las extremidades y miembros pertinentes para el análisis de las situaciones de fuera de juego”, según detalla la FIFA.

Como todo depende del momento exacto en el que el balón está en juego, un sensor situado en el centro del ‘Al Rihla’, el balón oficial, envía datos “500 veces por segundo” a la sala de visionado, dando inicio entonces a un proceso en dos tiempos.

Primero, con la ayuda de una inteligencia artificial, una alerta se transmite “en tiempo real” a los árbitros de vídeo “cada vez que el balón es recibido por un atacante que se encuentre en posición de fuera de juego” en el momento del pase.

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