Shanghái (China), 17 abr (EFE).- Después de seis contundentes victorias consecutivas, incluidas las tres últimas de 2015 y las tres primeras de 2016, contando con la de hoy en el Gran Premio de China de Fórmula 1, el piloto alemán Nico Rosberg (Mercedes) va cada vez más encaminado hacia una posible conquista de su primer Mundial.
Durante su soberbia carrera de hoy, en la que aprovechó su "pole" para no perder más que un instante su ventaja -que llegó a ser de más de 37 segundos sobre el segundo, el tetracampeón mundial Sebastian Vettel (Ferrari), hacia el final de la prueba-, Rosberg fue el único ajeno en realidad a la batalla que hubo a sus espaldas.
Desde la primera curva, en la que una entrada "suicida" -en palabras de Vettel por radio- del ruso Daniil Kvyat (Red Bull) dejó al de Ferrari encajado entre el de su antigua escudería y su compañero finlandés Kimi Räikkönen, al que golpeó, la lucha fue incesante por los puntos, con constantes peleas y adelantamientos.
Finalmente Vettel y Kvyat consiguieron alcanzar el podio, el primero con tres equipos distintos desde Rusia en 2015, aunque eso fue gracias también al problema que tuvo enseguida Daniele Ricciardo (Red Bull), que logró ponerse brevemente en cabeza en la primera vuelta, pero perdió una rueda y en boxes se le escapó la ventaja.
Con todo, Ricciardo logró firmar la cuarta plaza, y Räikkönen la quinta, con lo que dejaron clara la superioridad tecnológica de Mercedes, Ferrari y Red Bull sobre los demás, aunque por detrás de ellos la pugna por los demás puntos fue igualmente encarnizada.
Los españoles también jugaron su papel en ella, con Carlos Sainz (Toro Rosso) puntuando con su noveno puesto, y su compatriota bicampeón mundial Fernando Alonso (McLaren) quedándose casi a las puertas, en duodécimo lugar, con un coche aún inferior y justo por delante de su compañero de escudería, el inglés Jenson Button.
Por su parte, el que hizo una "carrera perfecta" y logró "el mejor resultado que podría obtener hoy", nada menos que un sexto puesto, por delante del Mercedes del tricampeón británico Lewis Hamilton, fue el brasileño Felipe Massa (Williams), que se defendió sin ceder nunca de todos sus ataques hacia el final de carrera.
Hamilton, de hecho, a pesar de que se tocó con el carioca Felipe Nasr (Sauber) en la salida, y vio dañado su monoplaza plateado, que hoy dijo que le hacía sentir como en "una cama vieja", parecía hoy imparable en Shanghái, pese a haber salido desde la última posición tras perderse ayer la clasificación por una avería en su motor.
El británico aprovechó su ventaja de potencia en el trazado del circuito chino, que cuenta con dos de las rectas más largas del campeonato, incluida la mayor, de 1,17 kilómetros, y de no haber sido por Massa probablemente habría puesto en dificultades a los Ferrari y Red Bull que le quedarían así por superar hasta el podio.
"Ya sabemos que Ferrari, Red Bull y Mercedes eran mucho más rápidos, era imposible mantenerlos detrás... pero al final con un Mercedes sí que fue posible", celebró Massa: "logré mantener los neumáticos de manera perfecta, y gracias a eso he podido terminar sexto", explicó.
Para Massa, que dijo deber a su "experiencia" el haberse defendido tan bien de Hamilton, "fue fantástico mantenerlo detrás", y relató que "cuando me las apañé para mantenerlo fuera del (tramo con) DRS, yo ya sabía que ahí,'ya se terminó, ya no me va a pasar'", pensó, y en efecto, desde entonces le ganó 2 segundos de ventaja.
Con todo, está claro que su puntuación habría sido probablemente menor de no ser por la avería de ayer en el Mercedes de su rival, ya que, como dijo el propio Rosberg tras la carrera, "todavía seguimos teniendo el coche más rápido", a lo que Vettel también admitió que, con su segundo puesto, cosechó el mejor resultado posible hoy.
Menos satisfechos se mostraron los españoles Carlos Sainz, que aunque puntuó, evaluó su rendimiento del día como "decente" pero "no "positivo", y Fernando Alonso, que sintió "un poquito de decepción" al no haber logrado su objetivo del día de terminar entre los diez primeros, por falta de ritmo y con su estrategia a dos paradas.
Con todo, en su regreso a la competición tras su violento accidente en la primera etapa del Mundial, hace un mes, en Australia, que le obligó a perderse la segunda, en Baréin, logró sentir notables mejoras tanto en su coche como en su cuerpo.
Con el MP4-31 "es la primera vez que hago una tanda tan larga", recordó, y eso "probablemente será muy útil para las siguientes carreras", mientras que su tórax, que se recupera de la fractura de su novena costilla izquierda en Melbourne, no le molestó durante la carrera.
"La verdad es que (he estado) bien; cuando salí me encontraba un poco peor, cuando di las vueltas de reconocimiento fui hasta la parrilla y tenía más dolores que el viernes y el sábado, y estaba nervioso por ver cómo iba a estar en carrera", reconoció.
"Sin embargo en carrera, no sé si por la tensión o por la emoción de correr o lo que sea, me acabo de acordar ahora mismo de lo de la costilla", afirmó: "en carrera, sin ningún problema".
La siguiente y cuarta prueba del Mundial de Fórmula 1 será el Gran Premio de Rusia, que se disputará en Sochi entre el 28 de abril y el 1 de mayo.