Reina Isabel II: 70 años en el poder llenos de historias, polémicas y secretos
La reina Isabel II falleció a los 96 años. Fue monarca en Reino Unido durante los últimos 70 años
Elizabeth Alexandra Mary es su nombre, pero en el mundo se la conoce como Isabel II, la reina que estuvo 70 años en el poder en Reino Unido y que falleció a sus 96 años.
Nació el 21 de abril de 1926, solo dos años después del estreno de la primera película del cine sonoro. En el trono desde 1952, esta nonagenaria admirable e impávida los ha visto desfilar a todos: de Churchill a Obama, Trump y Biden, de Nikita Kruschev a JFK, de Thatcher a Boris y recientemente saludó el ascenso como primera ministra de Liz Truss.
Medios internacionales la colocan como una estadista a la que se atribuye una fortuna personal de más de 500 millones de euros.
Elizabeth Alexandra Mary o Lilibeth como le decían en el seno de su hogar, pues así se llamaba a sí misma de niña, es la mujer más fotografiada de la historia. De ella se sabe todo y en realidad, casi nada. Isabel II es un secreto transparente.
Cuando asumió el poder tenía solo 25 años. Era una joven guapa, de ojos azules y 1,63 de estatura. Su abuelo fue Jorge V, y su padre, el improbable Rey Jorge VI, que llegó al trono por la abdicación de su controvertido hermano, Eduardo VIII, quien no quedó relegado traas casarse con una estadounidense doblemente divorciada.
Ha remontado muchos problemas: debates sobre su fiscalidad, divorcios en La Familia; parrandas de hijos y nietos, aventadas al minuto por la implacable prensa amarilla inglesa; el portazo de Harry y Meghan; las pequeñas polémicas, pero de eco mundial, que ha generado la exitosa serie The crown; los graves escándalos sexuales de príncipe Andrés... Pero sobre todo superó la sonada controversia que generó su frío en público tras la muerte de Diana. Cuando su hijo se casó con ella, la Reina lo celebró en privado con un «es una de los nuestros”.
Pero la relación se tornó gélida. Se cuenta que cuando le informaron de que Lady Di había sufrido un accidente en París su primer comentario fue práctico y tremendamente desapegado: “¡Pero cómo! ¿Nadie había repasado los frenos del coche?”, según publicó el diario El Debate.
Mientras el pueblo lloraba frente a Buckingham por su princesa, portada de revista, la adusta soberana no permitió que la bandera ondease en el palacio por estar ella ausente y decidió permanecer en su castillo de Balmoral, en Escocia. Blair la convenció para que retornase con urgencia a Londres y se dirigiese al país por televisión para mostrar su dolor «como Reina y como abuela».