James Cameron el cineasta que bajó 33 veces a ver el Titanic y una vez casi no regresa

Tras la tragedia del sumergible Titan, se habló del director de cine James Cameron, no solo porque dirigió Titanic sino porque es una de las pocas personas que ha llegado más de 30 veces hasta los restos del navío naufragado.

Incluso en el 2012 se convirtió en una de las pocas personas en llegar hasta las Fosas de las Marianas, uno de los lugares más profundos del mar en un sumergible que él mismo diseño y que filmó en su famoso documental “Deepsea challenger”.

Después de conocerse la noticia de la desaparición del submarino, Cameron se pronunció. El director que en su momento señaló que fueron 12 inmersiones que hizo hasta el barco, reveló que en realidad fueron 33 veces que estuvo cerca del navío. Lo he calculado y he pasado más tiempo junto al buque que el propio capitán que lo dirigía”, declaró según relata un artículo de Infobae.

Desde pequeño Cameron mostró su fascinación por las aguas marinas. En una entrevista con National Geopraphic reveló que de niño veía con asombro los especiales de televisión del recordado explorador marino Jacques Cousteau y en una exposición de un hábitat submarino diseñado por Joe MacInnisen, el primer científico en bucear en las aguas casi heladas debajo del Polo Norte que se realizó en el Museo Real de Ontario, en Toronto ,James le escribió una carta que MacInnis respondió.

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En aquella carta que Cameron escribió cuando tenía 14 años , el científico le envió la dirección de su contacto del fabricante de uno de los materiales del submarino, quienes enviaron plexiglás, que en ese momento aseguró que ya “tenía la ventana del futuro hábitat submarino y que solo tendría que construir el resto.

Cuando se enteró que unas personas se sumergieron en el “Titanic” para grabar una película IMAX, James dijo “Haré una película de Hollywood para pagar una expedición y hacer lo mismo”.

Es así como Cameron , descendió hasta las profundidades del Titanic. Según el medio, comenzó haciendo emersiones de 15 horas a bordo de un pequeño submarino en el que llevaba una cámara para rodar todo lo que pudiera.

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El cineasta que es casi un explorador del mar profesional, conocía de los riesgos y todo lo que implicaba estar a más de 3.000 metros de profundidad. Describió que era todo “un lío las corrientes y todo lo demás porque se tenía que coordinar y averiguar bien cómo hacer las cosas”.

“Las primeras fueron inmersiones de ensayo. No conseguimos buenas imágenes hasta la tercera o cuarta inmersión”, relató el cineasta.

De las 33 veces que Cameron estuvo en los restos del Titanic, recordó una en la que quedó atrapado en una corriente de agua durante 16 horas y que en gran medida todo fue provocado por él. Reveló que las cosas empezaron a fallar y que perdió el control.