Informe especial

Ropa usada, un cáncer para la producción nacional

Todo comienza en Oruro, el núcleo desde donde se reparte las prendas “americanas” a todo el país. Los microempresarios denuncian millonarias pérdidas y cierre de emprendimientos.

Derick Rocha
16-07-2023

Nada ni nadie los detiene y dañan a cientos de industrias y a pequeños negocios en el país, según los testimonios de los afectados. La ropa usada sigue llegando a Bolivia y su comercialización alcanza a cada rincón, generando pérdidas de más de $us 180 millones a los confeccionistas bolivianos.

Todo comienza en Oruro, el núcleo desde donde se reparte las prendas “americanas” a todo el país. Los “fardos”, esos bultos grandes, llegan a Bolivia a través de los puertos chilenos de Iquique y Arica.

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Telepaís Investiga ha llegado hates esta región. Antes de que salga el sol, el mercado Kantuta de Oruro cobra vida. Camiones y camionetas arriban hasta esa zona para dejar su carga como si se tratase de una cosecha de algún producto de primera necesidad.

Hay una gran variedad de productos: calzados, chompas, chamarras y todo lo que uno se pueda imaginar.

Desde anoche estamos”, cuenta uno de los comerciantes. Ofertan sus productos sin control.

El valor de un fardo tiene que relación con la calidad de las prendas, con el peso y el modelo de ropa. Hay desde $us 100 y pueden llegar a los $us 300”. Un fardo de 32 kilos de prendas de vestir por lo general llega a tener más de 150 unidades.

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Así, los revendedores logran sacar una ganancia de hasta 150% por su inversión inicial, lo cual hace atractivo este negocio ilícito. Por cada “fardo de primera” por el que pagan Bs 2.100, pueden obtener más de Bs 5.000 vendiéndolo al menudeo.

En las ferias, una prenda de ropa usada cuesta entre 5 y 90 bolivianos, precios con los cuales es imposible competir, según los confeccionistas de Bolivia.

“Yo vendo mis productos a Bs 50 por mayor, pero a mi frente está la ropada usada que lo están vendiendo a Bs 10 y Bs 20”, lamentó Roxana Herrera, una productora textil.

Pero la ropa usada no se comercializa solo en Oruro, apenas el 40% se queda en esa región, la mayor parte se distribuye a otras latitudes del país, principalmente a La Paz en ferias como la 16 de Julio; a Santa Cruz, en la Cumavi o mercados como el Mutualista u otros; y a Cochabamba, en mercados como el 10 de febrero o San Carlos.

Los micro y medianos empresarios están desesperados y en estado de emergencia. Según la dirigencia textil nacional, solo en 2022 se han perdido unos 50.000 empleos y cerraron centenares de talleres en todo el país.

Mire el informe especial que preparó UNITEL en el siguiente video:

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