Se desploma el peso argentino y en casas de cambio de Villazón evitan comprar esta moneda
En la zona fronteriza con Argentina, incluso hay casas de cambio que ya no aceptan la moneda del país vecino y si lo hacen es con un tipo de cambio especial. Hasta este viernes, Bs 110 significaban 10.000 pesos argentinos
El peso argentino se desploma y los efectos colaterales se hacen sentir en Bolivia, teniendo como primera señal que en las casas de cambio de los municipios fronterizos dejaron de comprar y ya evitan cualquier transacción con esta moneda ante la incertidumbre desatada tras las elecciones primarias en el país vecino.
Y es que los propios librecambistas señalan que cada día hay una situación nueva, por lo que hay temor a que se registren pérdidas si es que compran la moneda. Al cierre de la jornada de viernes (ayer) se cotizaban Bs 110 por 10.000 pesos argentinos (ars).
Asimismo, dentro del territorio nacional el cambio figuraba a 720 ars por cada dólar al cierre de jornada; sin embargo, esta es una situación cambiante que en la frontera afecta principalmente al sector comercial, cuyas operaciones se han visto estancadas en los últimos días. En contraste, en horas de la mañana el cambio estaba a 800 ars por cada divisa estadounidense.
En un recorrido realizado por UNITEL en el municipio fronterizo de Villazón, también se detectó que algunas casas de cambio ofrecía Bs 114 a cambio de 10.000 Ars.
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“Se ha cesado (la compra de pesos argentinos), por el motivo de que todo lo maneja el dólar. Es diferente el dólar a peso boliviano o a peso argentino, son varias cotizaciones”, apuntó uno de los funcionarios de las casas de cambio consultadas, desde donde advierten que el precio argentino amanece cada día con un nuevo precio.
Por ese motivo, las casas de cambio compran hasta cierto monto la moneda extranjera y otras optan por evitar este tipo de operaciones, lo que también afecta a los ciudadanos argentinos que llegan hasta suelo boliviano para realizar sus labores.
Los turistas pasan por la misma situación. Han señalado que el cambio no les favorece. Se les complica además porque en ningún negocio boliviano les aceptan su moneda.
En un recorrido anterior por la Quiaca, ya del lado argentino, se evidenció que no hay casas de cambio, solo del lado boliviano.