Exministra de Agricultura de Brasil: “Mi sueño era hacer de Sudamérica una OPEP de la producción de granos”

Tereza Cristina Corrêa da Costa Dias (69), exministra de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil durante del Gobierno de Jair Bolsonaro, fue la principal responsable abrir la puerta de la producción brasileña y tejer una red de nuevos mercados a escala global.

Durante su tiempo en el gabinete, alcanzó 200 mercados en más de 160 países, donde no solo resaltan el pilar de los granos y la proteína animal, sino también la genética y otras esferas que hacen parte de la cadena productiva de los agronegocios.

Durante su mandato, Brasil alcanzó récords de producción, ¿cómo esto fue posible?

Un ambiente de negocios interno, dentro de Brasil y fuera. Y también un momento en el que el mundo necesitaba de alimentos y las commodities estuvieron muy altas. Brasil, que viene trabajando hace 50 años en tecnología y una nueva agricultura tropical, consiguió entender el mensaje y producir de manera sustentable y exportar a 160 países en el mundo.

Y también durante ese periodo, usted abrió nuevos mercados a los productos brasileños, ¿Cómo fue ese proceso y qué efectos tuvo en el abastecimiento interno?

Fue un punto muy importante. Durante el tiempo que estuve al frente del Ministerio de Agricultura abrimos más de 200 mercados en más de 160 países. Nosotros trabajamos no sólo con la soya, maíz, carnes, proteína animal, sino también con genética avícola, que era algo que Brasil exportaba poco, semen de bovinos, en fin, todo lo que hace parte de la cadena productiva de los agronegocios.

Eso hizo que el mercado interno se incremente, porque nosotros creemos que producir para nuestro mercado y generar excedentes para exportar da equilibrio entre el mercado interno y externo y eso es bueno para los precios, es bueno para los productores, es bueno para el país, es bueno para nuestra economía. Tanto así que el PIB agrícola brasileño creció en ese periodo más de 12% de lo que era en el pasado.

Durante la pandemia, usted consiguió mantener en funcionamiento la producción de alimentos, ¿qué efectos esto generó en la economía del país y en la sociedad?

Fue un momento tenso, de mucha responsabilidad, porque aún Brasil es un país dependiente de muchos insumos, principalmente los fertilizantes que llegan desde fuera del país. Nosotros importamos más del 96% del potasio que nosotros utilizamos en nuestra agricultura, más del 90% de la urea, del sulfato de amonio y con la guerra entre Rusia y Ucrania ese fue un problema enorme para Brasil porque buena parte de lo que consumimos viene de esos dos países.

Ahí tuve que agarrar la maleta y negociar con Rusia, con Canadá, que es otro gran exportador, para que nosotros no tuviésemos, en aquel momento que parar esa producción que ahora nosotros estamos llamando de espectacular, para que no nos faltase los insumos tan importantes para nuestra producción. Fue un momento importante. Nosotros logramos surtir al mercado y que la producción no se pare ni se perjudique.

Usted siempre destacó la importancia de avanzar en busca de la sustentabilidad entre la agricultura y la pecuaria, ¿cómo es posible?

La producción y la conservación no caminan separadas, una precisa de la otra. No es verdad lo que dicen algunos ambientalistas de que la agricultura necesita depredar el medioambiente, no es verdad. El que más necesita de un medioambiente preservado es el productor rural, porque nosotros necesitamos agua, las lluvias, no dejar que esas tierras escurran, por eso hacemos curvas de nivel...

Tenemos varios procesos en nuestro sistema de producción, para que las personas puedan producir de manera sustentables. Y la agricultura tropical lo hizo eso bastante bien. Tenemos ahora un modelo que preserva bastante bien y que es altamente sostenible. Producción y conservación andan junto y Brasil es una potencia agroindustrial, no tengo dudas de eso.

Brasil es líder mundial del uso de la biotecnología, ¿qué cree que los países vecinos pueden aprender de esta experiencia?

Compartiendo lo que nosotros tuvimos que hacer para llegar a este momento. Fue difícil para nosotros también hace unos años. Necesitamos diálogo, conversaciones, hechos, mostrando que esos productos pueden producir más en una menor área y que ellos no hacen mal a la salud. Existen muchas fake news al respecto de esto, pero la ciencia prueba que transgénicos y mejoramiento genético mejora la producción y la productividad y que no hace mal a la salud.

¿Cuál es el futuro de la producción de alimentos tanto para Brasil como para los países vecinos?

Mi sueño era hacer de Sudamérica, una OPEP de la producción de granos. Tienen la OPEP del petróleo, pero creo que si los países de América del Sur se juntarse, conversar más, nosotros podríamos producir para alimentar a buena parte del mundo. Hoy Brasil, no sé los números de otros países, pero hoy Brasil alimenta a más de un billón de personas en el mundo, más allá de sus 210 millones de habitantes. Es decir, a más de 1.300 millones de personas....

Yo creo que todos juntos aquí, Argentina produce muchos alimentos, Bolivia tiene tierras, puede producir cada vez más soya y maíz y otros productos más, no solo esos. Tenemos a Uruguay y Paraguay. Entonces, si nosotros quisiéramos hacer una OPEP para la producción de alimentos, nosotros lo pudiéramos hacer. Nosotros tenemos que conversar, dialogar y llegar a ese acuerdo. Espero ver eso aún en los años que me quedan de vida.

¿Cuál cree que es la barrera que impide que esto sea posible?

A veces, la disculpa es la soberanía. Yo creo que falta entender que el mundo necesita de esta parte, de este rincón del mundo que tiene sol y agua. Nosotros podemos producir dos y tres veces por año, Nos falta entendimiento, sentarnos a una mesa y discutir, pero esas reuniones no tienen convertirse en show político y de defensa.

Nosotros tenemos que entender: el mundo necesita de alimentos y si lo vamos a hacer, sentarse y hacerlo. Nosotros tenemos el Mercosur ahí, pero no consigue mucho, ¿Por qué? Porque no se han sentado para abrir más el juego, para trabajar más en conjunto para que todos podamos ganar.

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